El 18 de octubre de 2019 es una fecha que marca un precedente en la historia de Chile. A pesar de haber transcurrido aproximadamente un año y medio, las demandas y protestas siguen latentes. En algunas se vio avances, como la redacción de una nueva Constitución; mientras que otras siguen esperando poder ser concretadas. En un período marcado por la pandemia, las protestas se vieron disminuidas como producto de los confinamientos, restricciones y medidas sanitarias.

“No son 30 pesos, son 30 años”

En octubre de 2019 comenzó una serie de protestas disparada por el aumento en las tarifas del metro de Santiago. Lo que comenzó con evasiones al pago (saltar los molinetes) y con movilizaciones en las calles, escaló rápidamente y la violencia tomó la ciudad, produciéndose quema de estaciones de metro y buses, saqueo de supermercados y múltiples ataques a instalaciones públicas. La furia y el estallido social se agravaron: el gobierno decretó estado de emergencia y se desplegaron cientos de militares armados y ni aun así se pudo frenar a los miles de manifestantes que mantenían a varias ciudades sumidas en un caos absoluto.

Si bien el comienzo de estas manifestaciones fue el incremento de la tarifa referida, las demandas se fueron extendiendo a otras causas, entre ellas la conformación de una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución, además de reformas económicas y de programas sociales para combatir la desigualdad.

Las protestas continuaron durante un 2020 signado por la pandemia y el gobierno finalmente convocó a un plebiscito para el 25 de octubre, en el que se decidió por amplia mayoría aprobar una convención constitucional.

El 29 de noviembre, con baja participación en relación a octubre, se llevaron a cabo elecciones primarias, donde se eligieron los candidatos a alcaldes y gobernadores regionales, que competirán en los comicios que fueron convocados para el 10 y 11 de abril de este año, en doble jornada, a los fines de lograr mayor afluencia de votantes y resguardar su salud. Se trata de la primera oportunidad en donde el cargo de gobernador regional será electo mediante el sufragio popular.

Nuevos hechos violentos

El año 2021 pareció seguir marcado por la violencia ya que, en enero y febrero respectivamente, el pueblo chileno fue nuevamente sacudido por dos sucesos graves.

Por un lado, el linchamiento de un miembro de una organización de ultraderecha denominada La vanguardia, tras haber disparado balines de goma en contra de manifestantes que pedían la liberación de detenidos durante concentraciones pasadas. El sujeto identificado como Roberto Belmar fue golpeado con puños y pies hasta quedar en el suelo.

Por otro, el asesinato a balazos del joven malabarista Francisco Martínez Romero, en la ciudad de Panguipulli (Región de los Ríos), a manos de un carabinero. El despiadado suceso fue registrado por videos que proliferaron en las redes sociales y evidenciaron el proceder de la fuerza policial, lo que causó conmoción inmediata en el país. Luego del incidente se realizaron diversas protestas, se produjeron nuevamente ataques a oficinas públicas. Los hechos despertaron una ola de críticas en la oposición y en las organizaciones de derechos humanos, que reiteraron la urgencia de refundar el cuerpo policial con consignas como Pacos asesinos y Nueva policía para Chile.

Endurecimiento de la política migratoria

En un marco complejo donde las posibilidades materiales de migración son muy difíciles, Chile retomó su política de deportaciones. Alrededor de 140 personas, procedentes en su mayoría de Colombia y Venezuela, fueron retenidas en la frontera con Bolivia y enviadas a su país por incumplir las leyes migratorias de Chile. Además, mediante decreto, el presidente Piñera otorgó permiso a las Fuerzas Armadas para participar en las labores de control migratorio endureciendo su discurso, antes solidario y receptivo al trabajador extranjero.

Coronavirus ambivalente: récord de vacunación y repunte de casos.

En lo que respecta al coronavirus y a las políticas públicas en materia de salud, Chile se erigió como pionera en materia de vacunación, superando los cuatro millones de personas vacunadas. Con una campaña de inmunización que comenzó en diciembre y que se sostiene a ritmo intenso, el país lidera las vacunaciones en la región y es uno de los tres primeros países del mundo en el ranking de dosis por habitante.

Sin embargo, a pesar de las estrictas cuarentenas decretadas durante el año pasado y la exitosa campaña de vacunación la nación alcanzando un record de casos por día similar al de los meses más difíciles de 2020.

“El aumento de casos en el país ocurre en un momento en que los contagios también repuntan a nivel global como resultado de la aparición de nuevas variantes de SARS-CoV-2 y la relajación de medidas”

El país suma más de 24 mil muertos y más de un millón de contagios, según cifras oficiales (1). Al inicio del mes de abril, los niveles de ocupación de camas críticas o de terapia intensiva superan el 95 por ciento, lo que habla de una saturación del sistema y de una situación extremadamente compleja en materia sanitaria. El aumento de casos en el país ocurre en un momento en que los contagios también repuntan a nivel global como resultado de la aparición de nuevas variantes de SARS-CoV-2 y la relajación de medidas, tal como alertó la OMS. El primer mandatario fue objeto de críticas por haber autorizado una apertura generosa durante los meses de verano, que permitió que la ciudadanía disfrutara de sus vacaciones con pocas restricciones, además del regreso a clases presenciales en distintos niveles del sistema educativo.

Nuevas medidas y proyección

La situación sanitaria llevó al resurgimiento de las medidas de confinamiento y los chilenos pasaron su Semana Santa en una nueva cuarentena. El presidente Piñera, respaldado por su ministro de salud Enrique Paris, pidió paciencia a los chilenos y recordó que la protección de las vacunas no es inmediata.

Además de las restricciones internas, el gobierno optó por cerrar las fronteras durante un mes, tanto para los ciudadanos chilenos como para los extranjeros y solicitó al Congreso el aplazamiento de las elecciones municipales, regionales y a la Convención Constitucional que debe redactar la nueva carta magna chilena. Tanto la Cámara de Diputados como el Senado ratificaron el pedido y los comicios, que estaban previstos para el 10 y 11 de abril, fueron postergados por cinco semanas, al 15 y 16 de mayo.

La elección de nuevos representantes a nivel local y regional, así como la ruta para la elaboración de una Nueva Constitución abren un horizonte de moderada esperanza para Chile, pero está claro que las raíces estructurales de la rabia no se resuelven con un evento electoral o con apoyos económicos de emergencia (2). La democracia chilena tiene el desafío de demostrar que también es posible generar más equidad y disminuir la indignante desigualdad del sistema social actual. [T]

REFERENCIAS:

• https://www.gob.cl/coronavirus/cifrasoficiales/
• Título del artículo de Gonzalo Frei Toledo en “Turbulencias” Nº 1, recuperado el 6 de abril de 2021 de https://revistaturbulencias.com/las-raices-estructurales-de-la-rabia/